Me encomiendan ser vigilante. De repente veo correr un gato, se transforma en pájaro o nube y luego se desvanece. Pienso que algún dios se burla de mi confundiéndome. Quizá al gato y la nube la estuviesen viendo ojos opuestos. Puede que parte o todo sean sueños de mis ojos durmientes que se superponen a esta tediosa realidad. ¡Buen centinela estoy hecho!
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