Los hay que vivimos siempre en las nubes. Es fácil encontrar entre ellas alguna con silueta de persona o forma de dragón, por supuesto volador. Lo complicado es que uno vislumbre a partir de un contorno anodino, poco más que un paralelepípedo con patas, un armario del que salen volando por una puerta entreabierta los vestidos y abrigos colgados de sus correspondientes perchas. Quizá cuando repita el dibujo a un tamaño mayor sustituya al dragón por el armario.
Hace un par de días, en un magnífico concierto, Germán Díaz nos informó de la inminente celebración del II Congreso Internacional de Observadores de Nubes. Aunque por mucho que mire al cielo será difícil que me encuentre algún día con estas insuperables nubes.
lo del congreso de observadores de nubes me parece... GENIAL! y tu blog también es... GENIAL! :)
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